De tanto perder aprendí a
ganar… De tanto llorar se me dibujo esta sonrisa. Conozco tanto el piso que
solo miro el cielo. Toque tantas veces fondo que cada vez que bajo ya sé que
mañana subiré… Me asombra tanto el ser humano, que aprendí a ser yo mismo. Tuve
que sentir la soledad para aprender acompañarme… Intente ayudar tantas veces a
los demás, que aprendí a esperar a que me pidan ayuda… Hago solo que debo, de
la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran… Vi tantas
liebres correr sin sentido que aprendí a ser tortuga y apreciar y apreciar el recorrido…
y lo más importante aprendí a ser feliz con las personas que realmente me hacen
sentir bien con solo una sonrisa.
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